Ya no tengo nada que me ate allí. Con la venta de aquella
casa perdí el último resquicio de ti que me quedaba. Desde aquel día y para siempre
me encontrare huérfana…
Y echo de menos pasear por aquellas calles de bordillos vertiginosos,
por aquellas playas que me conocen mejor que muchas personas, que han gravado
mis pasos para luego borrarlos, aquel cielo que me ha visto crecer, reír,
llorar, besar e incluso enamorarme.
Claro que si, puedo volver allí, coger la carretera y
simplemente conducir pero… ¿a dónde llegaría? ¿Dónde me quedaría? ¿Qué es un
lugar si no le puede llamar hogar?
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