No sé qué se
habrá activado dentro de mí para que después de tanto tiempo mi mente decida
recordarte con cada cosa que hago, en cada lugar al que voy o en cada momento
que pienso. Supongo que es por la fecha, se acerca el día en el que todo
sucedió y aún sigo esperando la respuesta a todo aquello que sin ninguna razón
sucedió.
Tú eres esa
espinita que llevo clavada desde hace tiempo y la cual no me
he podido sacar. Intento no pensar y seguir todos los consejos que me
dan pero… ¿Cómo aceptar el fin de algo que nunca se logró comenzar?
Recuerdo
cada palabra de aquella conversación, lo analizo, le doy la vuelta y pienso en
todos los matices que podrían tener pero sigo sin saber que fue exactamente lo
que sucedió…
Tengo tu
frase "sabes
que sí, pero es complicado" demasiado
grabada en mi mente…
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