Merece la pena probar, aunque no dure para siempre, llevarte un grato recuerdo de lo maravilloso que fue mientras duro y no te cierres a seguir buscando y probando porque tus momentos son tuyos, forman parte de ti y eso nadie te lo puede quitar.
El aferrarte a que pasará no te dejara vivir el presente.
Siempre te ilusiona pensar que que todavía te quedan muchos besos que robar y que puedes volver a sentir esas mariposas en el estomago cuando encuentras a esa persona y te susurra al oído.
domingo, 26 de febrero de 2012
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