Que ahora tienes más miedo a no sentir que a volver a
enamorarte. Que has matado tantas veces la mariposa de tu estomago que cuando
la has necesitado solo has encontrado cenizas. Que ahora hasta tus mejillas
echan de menos ruborizarse delante de alguien. Que tus ojos necesitan volver a
brillar como antes. Que tu corazón, por no sufrir, ha dejado de sentir. Se ha
apagado. Que tu cabeza dejó de dar vueltas y se desconectó de tu corazón. Que
este late por costumbre, ya no se acelera.
Que no puedes querer a nadie, que no sabes, que quieres y no
puedes.
Y que la única verdad que hay aquí es que no tienes miedo a
querer. Tienes miedo a que te quieran.
0 comentarios:
Publicar un comentario