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viernes, 20 de septiembre de 2013

Ojala hubiera sabido que ese hasta pronto era un hasta siempre.


Me desperté antes de que sonara el despertador.
Había llegado el día en el que te marchabas  Mire el reloj. Solo me quedaban quince minutos para memorizar tu cuerpo mientras tú dormías a mi lado. Y así lo hice. Memorice tu cara,  tu pecho, cada peca, cada lunar… memorice tanto cada parte de ti que a día de hoy, si cierro los ojos muy fuerte puedo recordarte a la perfección.
Poco después sonó la alarma, ¿ya había llegado la hora? Mi corazón se aceleró y la tristeza me embargo…
De golpe me miraste, con esa mirada tuya que no todos saben apreciar, haciéndome saber que tú también me conocías a la perfección.

-¿Ya es la hora? Pregunte.
+Que va mi niña. Puse el despertador diez minutos antes para poder pasarlos contigo.

Poco después te vi marchar por la puerta de aquella casa que jamás volverá a ser mía.Por tu culpa, cada vez que veo una puerta, puedo verte salir, sonriéndome y diciéndome que solo sería una semana y  que tal vez no podríamos aguantar más y míranos, aquí estamos, aguantando.
Ojala hubiera sabido que ese hasta pronto era un hasta siempre.
Ojala hubiera sabido que ese beso era el último beso.
Ojala hubiera sabido que esa noche seria nuestra última noche.
Ojala hubiera sabido que esa playa seria nuestra única playa.
Ojala hubiera recordado que nunca se sabe lo que puede traer la marea.

Pero lo más importante es que ojalá hubiera recordado que las mareas vienen y van, y al igual que viniste te fuiste con ella.

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