Tardes como las de hoy me demuestran que lo nuestro es una amistad verdadera. Salir, da igual el lugar y la hora y decir que has pasado un rato magnifico solo por estar con ellos.
Poder ser uno mismo, sin esconderse, sin fingir y decir la verdad, lo primero que se te pase a la cabeza. Caerte y no tener vergüenza, bromear y dar consejos...
Gracias por cada uno de los momentos buenos y los malos. Gracias por no juzgarme y por quererme tal y como soy. Gracias por no asustaros cuando hablo de una forma tan bruta y gracias por quererme tal y como soy.
Simplemente gracias por existir en mi vida
0 comentarios:
Publicar un comentario